Una empresa vende embriones desechados en piezas de joyería: El mundo católico reacciona

Imagen referencial. | Crédito: Unsplash/CHUTTERSNA

7 de noviembre de 2025
Por Andrés Henríquez | ACI Prensa

La compañía británica, Blossom Keepsake, comercializa embriones humanos producidos mediante fertilización in vitro (FIV) en piezas de joyería. Después de que la organización provida Live Action catalogara el producto como “distópico”, católicos en redes sociales han reaccionado a la noticia.

La comercialización de piezas de joyería con embriones que son implantados en el proceso de FIV no es nueva. En 2017, se reportó que la empresa australiana Baby Bee Hummingbirds también había convertido a estos embriones “sobrantes” en un collar. En ese entonces, expertos en bióetica lamentaron "la deshumanización del ser humano en etapa embrionaria”.

Cabe destacar que el uso de procedimientos de FIV está condenado por la Iglesia Católica. Gracias a esta técnica de fertilización asistida, millones de embriones sobrantes, que no se implantan, han sido destruidos o utilizados en investigación científica. Algunos permanecen congelados indefinidamente.

Al comentar la noticia, Live Action explica que los embriones “son tratados como propiedad, no como seres humanos. Usar los restos de un niño a quien intencionalmente asesinaste parece macabro, por decir lo menos”.

Más de un millón de embriones humanos están congelados solo en los Estados Unidos. Además, el número de niños concebidos mediante FIV aumenta cada año. En 2023, el 2.6% de los nacimientos en Estados Unidos fueron por procedimientos de FIV, un número que ha crecido de manera constante con el paso del tiempo.

“Con el auge de la industria de la fertilidad, los niños se consideran cada vez menos como seres humanos individuales con derechos inherentes propios y más como productos a los que cualquier adulto tiene derecho, siempre que esté dispuesto a gastar el dinero necesario para comprarlos”, señaló la organización provida.

Reacciones católicas en redes sociales

El National Catholic Register recopiló “la voz de alarma” de varios católicos en redes sociales. Uno de ellos, el especialista en ética católica, Aaron Kheriaty, se refirió a la noticia como algo salido de Un mundo feliz, de Aldous Huxley.

“He aquí nuestro valiente nuevo mundo de nihilismo opulento y elegante. Embriones humanos encerrados en joyas, un brillante recuerdo de haber creado seres humanos en un laboratorio y luego haberlos destruido”, escribió Kheriaty en su cuenta de X.

Crédito: Aaron Kheriaty (@AaronKheria) en X

El Register también recordó que la instrucción Dignitas personae, publicada en el 2008 por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano (hoy Dicasterio), afirma que un embrión no puede ser tratado como un “mero material de laboratorio”, porque viola su dignidad que “pertenece por igual a todos y cada uno de los seres humanos, independientemente de los deseos de sus padres, su condición social, su formación educativa o su nivel de desarrollo físico”.

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