AL PRESIDENTE, DIPUTADOS, MAGISTRADOS Y PUEBLO DE COSTA RICA


Pbro. Fabio Blanco Cubillo
Estimados conciudadanos con poder temporal en Costa Rica: ¡Tengan paz!
El año pasado, el tercer domingo de noviembre del 2013, más allá de un millón de costarricenses de todos los rincones del país, nos reunimos en una marcha apoteósica en La Sabana.
El motivo fue exigir el respeto a la vida humana, sin el cual, los derechos humanos no pueden existir.  No es cuestión de religión o creencias; se trata del respeto a la misma naturaleza. Si en una democracia, para que sea auténtica, el respeto a las minorías es algo indiscutible; cuánto más lo es el derecho de las mayorías.
Con todo respeto, pero con vehemencia pedimos, rogamos, exigimos que no se desoigan los clamores de los pueblos. No es posible que desde fuera; gentes que han perdido el rumbo y atropellan en nombre de no sabemos cuáles intereses, todo sentido de humanismo, nos dicten qué leyes se deben o no aprobar.
Queremos recordarles lo que ocurrió en el gobierno de don Rodrígo Carazo Odio y de su ministro de la presidencia don Wilburg Jiménez: una comisión del BID ofrecía un enorme préstamo, casi sin intereses y a muy largo plazo, para que se utilizara en el desarrollo de los cantones norteños del país: Upala, Guatuso, Los Chiles, Sarapiquí y San Carlos.
Era una gran oportunidad; sólo que los delegados del BID, traían una propuesta: “ A cambio de esa ayuda, se deberían esterilizar en los hospitales y clínicas de la CCSS a treinta mil (30.000) mujeres entre los 24 y 30 años de edad”.  El Presidente entonces, dio un manazo sobre la mesa y dijo: “No somos ni caballos de cría, ni gallinas de granja”; imposible aceptar la oferta. Todos sabemos lo que ocurrió en adelante con el Banco Interamericano de Desarrollo. Para otros países había dinero hasta para armas, para Costa Rica, nada.
Ojo, compatriotas en el poder.  No traicionen los valores que han hecho grande a Costa Rica. Ante todo la dignidad y astucia para no tragarnos el anzuelo de algunas compañías negociantes de la muerte.  Lean los acuerdos del Cairo 1994, de Beijin 2001 y de Madrid 2014.
Nos quieren empujar al peor de los crímenes: Matar a los indefensos y eliminar las fuentes de la vida; desde luego, como dice el Papa Francisco, promoviendo la cultura del descarte.
En el sistema actual, fomentado por un grupúsculo de poderosos como afirma el Papa: “se ha sacado al hombre, a la persona, del centro y se le ha reemplazado por otra cosa.  Porque se rinde un culto idolátrico al dinero.  Porque se ha globalizado la indiferencia: ¿qué me importan los otros mientras yo defienda lo mío?
Porque el mundo se ha olvidado de Dios que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado”.
¿A quién de nosotros no le preocupa el rumbo de violencia, de indiferencia, de atropello a las personas de cualquier edad que está tomando nuestra sociedad actual?
No nos quejemos: preguntémonos ¿qué hemos sembrado y seguimos cultivando en los jóvenes, familias y ciudadanos a los que les arrancamos su fe y respeto a Dios y por eso son como ovejas sin quien las pastoree?
No busquen soluciones en sociedades cuyo dios es el fetiche del dinero.  Ellos no pueden darnos lecciones si están hasta  el cuello y lo que desean es ensuciar y hundir a los ingenuos que se dejen.  
Ustedes deben por lealtad a la Patria, a Dios, a su misma conciencia, no permitir ninguna ley en contra de la vida, desde su comienzo y hasta su fin natural.  El futuro comenzó ya: basta ver quienes nos quieren transmitir valores que no practican. Abolimos la pena de muerte, la esclavitud, el ejército y el dominio filibustero: atrévanse a decir no a la cultura de la muerte.
Nosotros en Alajuela, el 16 de noviembre nos apuntamos por la vida. Varios miles rezamos ese día diciendo no al aborto. Para ser voz de los que no tienen como gritar, en nombre de los no-nacidos dijimos no al proyecto de ley 16.887 que de manera encubierta pretenden aprobar.
Ustedes son padres y madres, oigan el grito de los que quieren matar desde el vientre de sus madres: ¡No nos maten, queremos vivir! ¡No nos maten! y cuando seamos grandes podremos trabajar para que los mayores tengan una pensión digna.
¡No nos maten! entre nosotros están los investigadores de la vacuna contra el Sida y la cura del cáncer. ¡No nos maten! Entre nosotros hay otros Keylor, Ronaldo, Francisco y gente buena como ustedes.
¡No nos maten! Ayuden a mi mami para que yo pueda nacer. ¡No nos maten! Yo quiero jugar y estudiar y ser alegría de mis abuelitos. ¡No nos maten! Tengo ojitos para ver el sol, el mar, la lluvia y las caras de otros niños. ¡No nos maten! Quiero conocer a mi mamita y cuidarla cuando sea viejita. ¡No nos maten! Quiero nacer, estudiar y ser doctor para salvar vidas.
¡No nos maten! ¡Niño Jesús! Dile a mi mamá que la quiero, ella y otros no me oyen…Yo no sabré de leyes; pero tengo derecho a vivir.

Publicado en: http://www.ecocatolico.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1167&Itemid=195